Adultos

El tratamiento con personas adultas es un proceso el cual inicia con una recogida de información sobre la problemática que sufra el paciente. Posteriormente se enseña una serie de herramientas, técnicas y estrategias para que el individuo pueda afrontar con éxito todos sus problemas para conseguir vencerlos definitivamente y obtener por lo tanto seguridad en sí mismo.

Es fundamental que en esta etapa, la persona ponga en práctica fuera de consulta todo lo que se va tratando en las sesiones y consiga finalmente la independencia necesaria para no depender del psicólogo; esto es lo que llamamos: tareas para casa.

Las tareas para casa que se piden entre las sesiones son ejercicios muy definidos, claros y específicos. Lo normal es que al principio estas tareas vayan orientadas a recoger información de la problemática a tratar y posteriormente, se practican las técnicas que al paciente se le enseña en consulta. Por supuesto, algo muy comprobado y es que: la terapia es exitosa cuando hay una implicación y un compromiso en ellas.

Una vez que empiece a existir una mejoría a nivel psicológico, las sesiones se distancian para evitar (como he mencionado antes) la dependencia a la terapia psicológica, hasta que finalmente, se da el alta terapéutica.