Autoestima… ¿Cómo te recupero?

autoestima, quererse uno mismo

Absolutamente todas las dificultades psicológicas con las que se encuentra el ser humano a lo largo de su vida, se pueden atribuir a tener una baja autoestima. Es por esto que es un concepto sumamente importante. Es la base que sustenta nuestro bienestar y favorece nuestro crecimiento personal y gracias a ésta conseguimos tener una vida plena.

Qué desagradable vivir el miedo a no poder reconocerse uno/a mismo/a con quien éramos antes y con quién somos ahora. Por ejemplo, hay personas que descubren no estar enamorados de sus parejas (de las cuales hace años sí lo estaban y ahora no) pero, la falta de autoestima y sensación de incapacidad de gestión o culpa o necesidad de agrado social, les hace no tomar ninguna decisión y mantenerse en esta relación sin escuchar su interior, pero, sintiéndose mal diariamente.

mejorar mi autoestima

¿Cómo puedo mejorar mi autoestima?

Esta es la pregunta con la que me encuentro numerosas veces en consulta. Muchos pacientes son conscientes del daño que provoca no confiar en nosotros/as mismos/as y tener un autoconcepto bajo, pero no saben cómo modificarlo.

  • Explora cuál es la zona de autoderrota y por qué estamos mantenidos en ella un día tras otro. La culpa es un factor que alimenta en gran medida la falta de autoestima, ojo con este sentimiento tan dañino.
  • Reconoce tus errores ya que si lo haces así, no tendrás que justificarte de nada. Las justificaciones y las explicaciones de nuestra actuación suponen un gasto de energía importante, por lo que, ser humildes y reconocer nuestros fallos nos libera de mucha presión social. Gracias a que cometemos fallos, aprendemos y mejoramos.
  • Rompe con el conformismo. En ocasiones escucho en terapia: “… es que, yo soy así…” Si hay algo que no te gusta, que no quieras, que precise un cambio, etc.  movilízate para ello con una actitud proactiva y demuéstrate a ti mismo/a que con un poco de paciencia, perseverancia y práctica, las cosas se pueden conseguir. En la mayor parte de las ocasiones el problema es la falta de herramientas, así que, infórmate, documéntate o pide ayuda psicológica para ver, de qué manera, poder salir de aquellos conceptos en los que te veas atrapado/a. Enfrentarnos a situaciones o momentos que temamos por inseguridad,   nos devolverá a nosotros/as mismos/as información de valía, superación etc. Se trata de ir rompiendo esquemas.
  • Emite juicios a través de tus propios valores y no de los valores de otras personas. Olvídate de aparentar cosas con las que en el fondo, no estás de acuerdo aunque creas que socialmente esa opinión esté mejor valorada. No trates de ser alguien que no eres. No es necesario ser igual que los demás. Hay que ser firme y fiel a uno/a mismo/a.
  • Cuida tu lenguaje interno (en caso de que sea negativo) ya que, una adecuada comunicación con nosotros/as mismos/as permite el avance y la progresión a cualquier reto que la vida nos ponga enfrente.
  • Responsabilizarse de uno/a mismo/a cuidando tu interior y tu exterior es una buena forma de iniciar este trabajo de mejora, ya que nos hace conscientes de esa independencia y fomenta la autorresponsabilidad. Cuida tu cuerpo y tu mente con buenas rutinas y hábitos.
  • Haz una lista de tus necesidades personales y chequea si se cumplen o no. Habrá que diseñar un plan de acción para aquellas que no estén satisfechas.
  • Retira la complacencia. No se puede vivir para servir a los demás ya que nos olvidamos entonces de nosotros/as mismos/as. Mantenernos en un estado diario tan servicial implica no posicionarnos todos en el mismo nivel. Es entonces cuando las necesidades de la otra persona, quedan por encima de las nuestras. Sigue tus valores y mantente en el mismo plano donde coloques a los demás.
  • Expresa los sentimientos. Manifestar enfados no te hace ser una malo/a sino trasparente.
  • Piensa en todo aquello que haces bien y valóralo. Chequea tus facetas y atrévete a compartirlas con los demás. También es muy positivo hablar bien de uno/a mismo/a de vez en cuando.

Trabajar la autoestima no es un camino sencillo, pero sí es una dirección muy favorable a seguir. Todo cambio tiene unas consecuencias positivas y otras negativas. La recompensa es la sensación de valía, afrontamiento, abandono de ciertas cosas que impiden la libertad como persona. Lo malo, es que hay que afrontar desafíos, romper con la zona de confort y lanzarse al vacío con miedo pero con un plan y herramientas bajo la manga.

Hay que ser fuerte y aguantar el estado de incertidumbre que provoca un cambio. Debido a las progresiones personales también se pueden producir reacciones  en las personas que nos rodean y sentiremos cómo los individuos más dominantes intentan que se vuelva al concepto anterior (ya que pierden beneficios de los que se veían favorecidos). Por ejemplo: un jefe dominante pide todos los días a un empleado que se quede media hora más para ayudarle a terminar las tareas adornando que es muy buen trabajador. Cuando este empleado trabaje su autoestima y comience a negarse de manera muy asertiva a hacer esa hora de más diaria, el jefe estará perdiendo a esa persona sumisa de antes y tratará de recuperarle mediante la manipulación.

…Dedícate a sentirte bien contigo mismo, es con quien pasarás el resto de tu vida.

Artículo escrito por: Raquel Sastre Psicóloga.