Rabia: ¡fuera de mi mente! Mindfulness
¿Te encuentras irritado/a a menudo? ¿Sientes rabia, odio o ira? Hay etapas en las que la susceptibilidad y la irritabilidad nos acompañan demasiado frecuentemente. Puede que la razón de ello sea una o varias causas. A veces es más o menos duradero en el tiempo, pero, por corto que sea el período, siempre es una sensación muy molesta y desagradable. Analizar nuestro comportamiento y nuestro estado de ánimo es importante ya que, estar de mal humor no es nada aconsejable (el organismo libera sustancias como noradrenalina (hormona que aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco) y dopamina, al mismo tiempo que glutamato y se da una disminución de los niveles de serotonina y vasopresina.
El malestar no siempre se exterioriza a través de malas contestaciones, mal comportamiento, desprecios, ignorancia,odio, gritos, etc. sino que a veces el organismo responde frente a ello con silencios y evasivas.
En este artículo que hoy escribo para vosotros/as, os daré algunas herramientas para poder utilizar en estos momentos y también facilitaré un enlace para que podáis realizar relajación guiada centrada en el aquí y ahora.
Os he hablado de la importancia de analizarnos, pues bien, si respondemos con brusquedad, si evitas a otros porque te causan rechazo, etc. podemos hablar claramente de un estado arisco con las personas con las que tienes a tu lado. Ojo entonces pues, tal vez, el problema venga por no tolerar las circunstancias que te rodean o las cosas de los demás. También hay que tener en cuenta que los períodos de estrés e incluso los períodos de estado de ánimo depresivo pueden dar lugar a etapas de mucha irritabilidad. Observa tu entorno, observa a los demás y obsérvate a ti mismo/a (todo ello con una actitud humilde y honesta, intentando tener la mayor objetividad posible).
Y… ¿para qué vamos a quejarnos más? ¿para qué vamos a perder más el tiempo? La vida es una y los momentos hay que disfrutarlos al máximo posible. ¡Busquemos soluciones!
Realizar relajación guiada centrada en el aquí y ahora (lo que se conoce como técnica de Mindfulness) de manera frecuente (todos los días) es muy aconsejable. Trata de ponerte cómodo/a, en un lugar donde nadie te moleste y puedas centrarte en escucharme durante unos minutos. Busca una posición cómoda; sentado/a en una silla con respaldo o tumbado/a estará muy bien. Tápate si te da frío. Déjate llevar y da rienda suelta a la imaginación. Puedes escuchar tantas veces como desees el audio. Esto te vendrá muy bien para canalizar toda la energía sobrante del cuerpo y desprenderte de los problemas, el odio o el rencor. Vamos a tratar en todo momento mientras se practica el ejercicio de poner distancia de los pensamientos que no son útiles. Os dejo un enlace de una grabación que he dejado colgada en Youtube donde podéis hacerla:
Técnica de relajación Mindfulness. Raquel Sastre Psicóloga
- Busca que existan muchos momentos tranquilos con poco ruido, poca luz para evitar la sobre-estimulación que tan perjudicial es cuando hay momentos de mucho estrés.
- Haz deporte aeróbico, con una intensidad media porque cuando se realiza una actividad física intensa y regular, por lo menos tres veces a la semana durante sesenta minutos, se liberan endorfinas sustancias que aumentan el estado de bienestar y disminuyen la sensación de dolor emocional).
- Acepta las etapas de la vida y los momentos como tal. Tratar de entender las emociones y no luchar contra ellas, sino, visualizarlas con calma pero de una manera resolutiva y humilde será un primer paso para el cambio y para despojarte de todo aquello que te está haciendo sentir mal. Una actitud de huida no calma, sino empeora; por eso, no evitemos las emociones sino que vamos a tratar de que sean acogidas desde la calma. A veces nuestra mente se encarga de producir un gran número de pensamientos distorsionados y lejanos de la realidad, y nosotros debemos hacer el esfuerzo de no identificarnos con ellos y no hacerlos nuestros.
- Elimina los excitantes (bebidas energéticas, cafeína, teína…). Por ejemplo, la cafeína afecta a los niveles de adrenalina, que se ven aumentados. La agitación que esto produce evita la relajación y por lo tanto el descanso. Además aumenta los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés.
- Haz pausas todos los días de respiración profunda consciente. Coge aire por la nariz, expande todo lo que puedas tu caja torácica y expulsa tranquilamente el aire por la boca, sin prisa, dejando que salga muy lentamente.
- Piensa en algo muy importante: todos los baches que nos presenta la vida, son oportunidades para aprender, madurar, crecer. Con esta actitud proactiva llamarás a la calma, a la disminución de la tensión y a la mejora del estado de ánimo.
Aferrarse al odio es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera. (Buda)
Artículo escrito por Raquel Sastre Psicóloga.