¿Qué es la nomofobia?
Una de las obligaciones éticas del psicólogo es ir reciclándose.
Conforme avanzamos, conforme se incluyen nuevas tecnologías, nuevas formas de vida, nuevas necesidades, nuevas formas de relacionarse, etc. ; y acompañando a estos cambios, también van surgiendo, de manera colateral, nuevas patologías en el ser humano.
Entonces, ¿qué es la nomofobia?. Hablamos entonces, de la nueva efermedad del siglo XXI: la nomofobia. Ésta se caracteriza por un miedo irracional de las personas a salir de casa sin teléfono móvil. El término nomofobia (no- mobile), surge en 2011 en Reino Unido tras realizar un estudio en más de 2000 sujetos. Ésta incluye, además, la ansiedad que padecen los sujetos cuando se quedan sin batería, sin cobertura, o cuando extravían su teléfono móvil. Esta patología, afecta a más de la mitad de la población, acusándose sobre todo en la edad adolescente, donde la necesidad de estar comunicados se acentúa, pues para este sector se ha convertido en algo indispensable (no quita que el resto de rangos de edad no la padezan también).
Podemos identificar facilmente si padecemos de nomofobia o no: cuando salimos de casa sin el teléfono móvil o nos quedamos sin batería o sin cobertura, etc. si todo esto, produce en nosotros una sensación de temor, inseguridad, descontrol, de estar desconectado, no poder concentrarnos en nuestras actividades diarias por miedo a perdernos alguna información, etc. podemos decir entonces que padecemos nomofobia. También es posible que, a parte de los síntomas citados anteriormente, la persona padezca en ese momento ataques de pánico, taquicardias, sudoración excesiva, etc. Puede incluso que desemboque en conductas agresivas o desafiantes (algunos padres relatan conductas de este tipo cuando limitan el uso de los teléfonos móviles a sus hijos). Suele ser esto una causa frecuente de discusión entre padres y adolescentes (los padres normalmente indican el uso excesivo de sus hijos del teléfono móvil). Es muy usual que, en la consulta, entre los problemas que puedan plantear los padres con respecto de sus hijso, esté el uso desmesurado de sus hijos de su teléfono móvil.
También es común que sea un tema de discusión entre parejas. En la terapia de pareja, ya es cotidiano tener que trabajar el tiempo que le dedican al teléfono móvil mientras está con el cónyuge. Muchas veces escucho que, una de las dos partes se queja de que, cuando el otro miembro de la pareja llega a casa tras la jornada laboral, después de apenas haberse visto durante el día, éste/a emplea prácticamente todo su tiempo antes de ir a dormir, a atender el teléfono móvil. Perdemos así las relaciones. Tendemos a no cuidar con quien estamos. Además está siendo una vía también de muchas infidelidades. Hay más posobilidad de contactar de manera privada y muchas parejas relatan haber tenido problemas a causa de estas nuevas formas de comunicación.
Ya es complicado estar en una cena o en un acto social sin ser interrumpidos por una llamada telefónica o por un whatsapp, el cual, suele ser revisado por la persona que padece nomofobia. Basta con dar un paseo por la calle, fijarse en una terraza y ver cómo de entre las personas que están sentadas, más de la mitad tiene el móvil en la mano (o bien utilizándolo o bien en la mesa). Ahora, se está con quien físicamente no se está, y no se está, con quien físicamente se está. Es la nueva forma de relacionarse. Sobretodo, como he comentado anteriormente, entre los adolescentes.
Como sabemos, las nuevas tecnologías, se han hecho hueco en nuestras vidas a pasos agigantados, y, se han introducido con calzador. Además, lo que en principio comenzó siendo una herramienta que facilitaba el acceso a información de manera puntual, ahora, se ha convertido en una necesidad diaria para la mayor parte de la población. Es raro la persona que no tenga un teléfono móvil. De hecho es más abundante el número de personas que tienen dos teléfonos móviles que ninguno. En Canadá, el 96% de las personas, tiene teléfono móvil. Actualmente, dentro de este término, además de los teléfonos móviles incluimos las tablets, las cuales están en pleno auge en el uso entre toda la población.
Se añade como algo que “va de la mano” a esta patología el hecho de que, la persona revise constantemente su correo electrónico, sus mensajes en las redes sociales, o sus whatsapp (éste último está provocando actualmene que aumente de manera desmesurada el uso de los teléfonos móviles). Hablamos entonces de un rasgo compulsivo dentro de la nomofobia (por el número de veces y la frecuencia con la que se revisa). También, asociada a la nomofobia, tenemos el llamado síndrome de vibración fantasma. Este síndrome se caracteriza por sentir que el teléfono está vibrando (ocurre tanto si se lleva el teléfono, en el bolso o en el bolsillo, como si no se lleva encima).
Lo que se aconseja para prevenir esta patología, es, hacer un uso moderado del teléfono móvil, apagandolo durante las comidas y las cenas, también a la hora de dormir (más de la mitad de as personas duerme con el teléfono móvil encendido, y además con sonido conectado). Además, también es favorable para evitar la nomofobia el hacer ciertas tareas como lavarse los dientes, cocinar, asearse, etc. sin tener el teléfono móvil cerca, sin consultarlo. Trabajar el autocontrol y ser capaces de dejar el teléfono en ota habiatación de la casa mientras se derme la siesta, o se estudia, etc. En adolescentes, hay que limitar el uso de internet wifi (normalmente los adolescentes no tienen tarifa de datos en sus teléfonos móviles, y aprovechan el wifi de casa para conectarse, desde que vuelven de su centro de estudios, hasta que se acuestan (retrasan así la hora de ir a dormir)). Se indica que, es óptimo que, a cierta hora, los padres desconecten el wifi de casa.
–Psicólogos Murcia– Raquel Sastre. Psicóloga Murcia
