Aerofobia: miedo a volar
El miedo a volar, conocido también como aerofobia, es un temor común que afecta a un porcentaje significativo de la población mundial. Este miedo puede variar desde una leve ansiedad hasta un pánico paralizante que impide a la persona subir a un avión.
Causas del miedo a volar.
El miedo a volar puede producirse por varias razones, tanto psicológicas como físicas:
- Experiencias traumáticas previas: Aquellas personas que han vivido una experiencia negativa relacionada con el vuelo, como turbulencias severas o aterrizajes de emergencia, pueden desarrollar un miedo persistente a volar.
- Miedo a las alturas: La acrofobia, o miedo a las alturas, puede contribuir al temor de volar. La idea de estar a miles de pies de altura sin control puede ser aterradora para algunos individuos.
- Claustrofobia: El miedo a los espacios cerrados puede hacer que la cabina del avión, un espacio restringido y confinante, sea inaguantable para algunas personas.
- Percepción de falta de control: En un avión, los pasajeros no tienen control sobre la situación, lo que puede incrementar la ansiedad. Esta sensación de impotencia puede ser intensa para aquellos que suelen tener un fuerte deseo de controlar su entorno.
- Influencia de los Medios: Las noticias de prensa o televisión sobre accidentes aéreos, reciben una cobertura mediática extensa. Esta exposición puede exagerar el peligro percibido de volar y alimentar el miedo.
Consecuencias del miedo a volar.
El miedo a volar puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando tanto su bienestar emocional como su capacidad para llevar a cabo ciertas actividades.
- Limitaciones en la vida personal y profesional: Evitar volar puede restringir las oportunidades de viaje, ya sea por placer con familiares, pareja o amigos o, por motivos laborales. Esto puede llevar a perder oportunidades de crecimiento profesional y a limitar las experiencias culturales y personales.
- Estrés y ansiedad: La anticipación de un vuelo puede causar un estrés considerable y ansiedad, afectando a la calidad de vida y el bienestar general de la persona. Esta ansiedad puede manifestarse días o incluso semanas antes del viaje provocando irritabilidad en el estado de ánimo.
- Impacto en las relaciones: El miedo a volar puede generar tensiones en las relaciones, especialmente si amigos, la pareja o familiares desean viajar y la persona afectada se niega a acompañarlos.
Estrategias para superar el miedo a volar.
Afortunadamente, el miedo a volar se puede tratar y controlar. A continuación, ofrezco algunos consejos que pueden ayudar a reducir la ansiedad y facilitar una experiencia de vuelo más relajada:
- Informarse sobre el funcionamiento de los aviones: Una de las maneras más efectivas de trabajar el miedo es entender mejor lo que causa ansiedad. Aprender cómo funcionan los aviones, los procedimientos de seguridad y qué significan las turbulencias puede ayudar a racionalizar el miedo. Los aviones son sometidos a estrictos controles de seguridad y están diseñados para manejar condiciones adversas.
- Practicar técnicas de relajación: La ansiedad suele manifestarse físicamente en el organismo. Por ello, aprender técnicas de relajación, como la respiración profunda, meditación o relajación muscular progresiva, puede ser muy útil. Antes y durante el vuelo, intenta concentrarte en tu respiración, inhalando lenta y profundamente, y exhalando de la misma manera. Al final de este artículo, te dejaré un enlace donde puedes practicar una sesión de relajación específica para la aerofobia.
- Exponerse gradualmente al miedo: La exposición gradual es una técnica ampliamente utilizada en consulta para tratar fobias. En este caso, implica enfrentarse al miedo de volar de manera progresiva, comenzando por actividades como ver videos sobre vuelos, visitar aeropuertos o subir a aviones sin volar. Poco a poco, esta exposición controlada puede desensibilizarte frente al miedo.
- Distraerse durante el vuelo: Mantener la mente muy ocupada puede ayudar a disminuir la ansiedad. Lleva contigo una buena lectura, películas o música que te gusten, o incluso actividades como crucigramas o juegos en el móvil. También puedes entablar conversación con la persona sentada a tu lado, lo que podría ayudarte a distraerte de los pensamientos negativos.
- Evitar la cafeína y el alcohol antes del vuelo: Tanto el alcohol como la cafeína pueden aumentar la ansiedad. La cafeína estimula el sistema nervioso central, lo que puede incrementar la sensación de nerviosismo, mientras que el alcohol puede deshidratarte y hacer que te sientas aún más ansioso, por lo que, son dos sustancias totalmente desaconsejables.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Si el miedo a volar es persistente y afecta gravemente tu vida, considera buscar ayuda profesional. La Terapia Cognitivo-Conductual es una de las formas más efectivas para tratar fobias.
- Considerar la medicación si es necesario: En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos contra la ansiedad para tomar antes o durante el vuelo (considerando esta opción como temporal o de apoyo en el proceso de la superación del miedo).
Aquí dejo un vídeo que he creado específicamente para la aerofobia (se puede realizar antes y durante el viaje). Deseo que sea una aportación para tu bienestar:
Si bien el proceso para superar el miedo a volar puede ser desafiante, la recompensa de poder viajar sin miedo es inestimable. Con paciencia y perseverancia, es posible dejar atrás el temor y abrirse a nuevas aventuras y experiencias.
“…cuando haces lo que más temes, entonces puedes hacer cualquier cosa”
Artículo escrito por Raquel Sastre Psicóloga.