Niños y adolescentes

En el área infantil y de adolescentes se hace un abordaje por la parte personal, escolar y/o familiar que pueda estar afectando y creando o manteniendo el problema a tratar.

El propio crecimiento tanto a nivel físico como madurativo que se sufre tanto en la infancia como posteriormente en la adolescencia provocan en ocasiones situaciones muy complejas de sobrellevar en la escuela y/o en casa. La mayor parte de las veces los padres se preguntan si estos comportamientos son normales o no y si se les pasará cuando maduren o crezcan.

Una vez tomada la decisión de venir a consulta, es positivo que se le comente al niño/a con absoluta normalidad que va a asistir a la consulta de un profesional para que le ayude a superar esta fase. De esta manera no se miente ni se hace que el niño/a pierda la confianza en sus padres por ir engañado a un sitio.

Una ayuda puede ser indicar que es un problema familiar y que a todos os va a venir bien escuchar consejos que os orienten para poder tener una mejor vida. Así el niño/a no se carga de responsabilidades y se relaja.

Si existe la pregunta de si un psicólogo es para gente con problemas graves (este concepto suelen tenerlo los adolescentes), hay que explicar que los psicólogos tratamos a personas normales pero que están atravesando momentos complejos.

En este ámbito infanto-juvenil, se hace una recogida de información personal, familiar y escolar y se dan tanto al niño/a como a los padres una serie de herramientas y técnicas para que cada uno ponga en práctica fuera de consulta. De esta manera y con la implicación de todos los miembros de la familia y en algunos casos de profesores, se consigue el objetivo.