Filofobia, miedo a enamorarse

Un típico y romántico argumento  para una película sería la historia de un chico y una chica que se conocen en unas vacaciones de verano, se gustan y pese a la distancia salvan todos los impedimentos para poder tener una relación y consiguen llegar a vivir enamorados y felices. Suena bonito, ¿verdad?… Pues, lo que para la inmensa mayoría de la población sería una historia preciosa, para las personas con filofobia sería la peor de sus pesadillas.

Filofobia, philo: amar – phobia: miedo.

El individuo que padece esta fobia, tiene un miedo terrible a tener una relación sentimental. Se trata de una alteración en el estado de ánimo que produce la imposibilidad de enamorarse y de implicarse emocionalmente con alguien. Esta fobia produce tanto temor, que la persona que lo sufre puede llegar a tener crisis de ansiedad, ataques de pánico y/o estrés. Son típicos los síntomas como mareos, confusión mental, pérdida de control, sudoración excesiva, náuseas, entumecimiento, desórdenes gastrointestinales,  dificultad para respirar, taquicardia, temblores, sequedad de boca, impulsividad, etc.).

Cuando sufrimos un miedo, se provoca en nosotros una reacción de defensa. La mejor de las defensas en el caso de la filofobia es no desarrollar relaciones que sean profundas, para así no dar lugar a que la otra persona se enamore.

El hecho de pensar en que la pareja diga: «te quiero» o que se le plantee avanzar en la relación de amistad y proponga ir a vivir juntos o conocer a la familia política o casarse o tener hijos, etc., despierta una ansiedad que se eleva hasta la máxima potencia.

En caso de que esto ocurra, la persona con filofobia suele reaccionar teniendo una actitud de distanciamiento, de frialdad, de desinterés absoluto. Comienzan entonces a buscar fallos en la otra persona y se llenan de razones para no continuar viéndola.

Es en este tipo de casos donde el miedo a amar no es lo único que ocurre. De la mano viene el miedo a: perder la individualidad, a no sentirse libre, a que la persona encontrada no cumpla las expectativas, a no tener ese espacio personal y a todo lo que implica tener una relación de pareja.

Los rasgos más significativos que afloran cuando una persona sufre esta fobia suelen ser:

• Evitativos: se aíslan y tienden a desplazarse de la otra persona para no implicarse emocionalmente. Por ejemplo: inventan excusas para no quedar, no cogen el teléfono, no responden mensajes, rehúyen de compromisos, etc.
• Estos individuos se enamoran de gente inalcanzable (de esta forma  camuflan la fobia y  muestran una capacidad de amar falsa, ya que se atribuye la imposibilidad de tener relaciones a las circunstancias).
• Se muestran ante los demás de una manera que no son. Ponen una gran barrera que es infranqueable que sirve de protección para no sentirse vulnerables.
• Ensalzan los defectos de los demás. Estos defectos hacen de justificación para ellos mismos para así no tener que implicarse de manera más profunda con la otra persona.
• Buscan frecuentemente disputas para que la otra persona desista y abandone la relación.
• Reprimen sentimientos.
• Normalmente han sido víctimas de algún trauma anterior que la persona no ha procesado correctamente o no la ha afrontado de una manera adecuada (malas experiencias en anteriores relaciones, infidelidad, abuso, maltrato, problemas en la crianza, falta de afecto en la niñez por arte de los progenitores, fracaso amoroso, etc.).

Y en el caso de que al leer este artículo te hayas sentido identificado/a, aquí te dejo algunos consejos para poder vencer la filofobia:

• Vive el presente. Trata de no avanzar en el tiempo. Vive el día a día de la relación sin llevar la imaginación más allá. Trata de disfrutar el momento y dejarte llevar.
• Los miedos sólo bloquean y limitan la vida de las personas. Los miedos rompen posibles vivencias preciosas que la vida ofrece. Supera esos pensamientos aventurándote a vivir.
• Permítete el tiempo que sea necesario para superar este temor ya que las cosas no se pueden solucionar de hoy para mañana. Muchos problemas se disuelven a través de ejercicios terapéuticos y a través del paso del tiempo.
• Haz técnicas de relajación para superar la ansiedad.
• Haz deporte regularmente para mantener activa tu mente.
• Habla claramente sobre los miedos y déjate aconsejar. Escucha sin filtros.

«…no intentarlo por el miedo a fracasar, no enamorarse por el miedo a sufrir, es como no vivir por el miedo a morir…»